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Estan a la orden para la familia
estamos haciendo Yidakis de bambu por encargo
color natural y decorados (personalizados)
bendiciones.
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El didgeridoo o diyiridú (originalmente *[ɟeɟeri'du], en alguna lengua aborigen), es un instrumento de viento (o aerófono) ancestral utilizado por los aborígenes de Australia. Básicamente es un tubo de madera, el cual se hace sonar al hacer vibrar los labios en el interior.
Existen muchas clases y variedades, pero la mayoría viene del norte de Australia, y las podríamos dividir en dos grandes clases, las del este y del oeste. La diferencia más grande se debe a las dos variedades que existen en sendas partes de Australia. El término didgeridoo no es de procedencia aborigen, es el que le dieron los europeos en sus primeras visitas a la isla. En las decenas de dialectos aborígenes se tiene una palabra distinta para designar a este instrumento, como por ejemplo yidaki, ginjungarg, eboro, djalupu, maluk, etc. La denominación más comúnmente utilizada por los aborígenes es yidaki, que significa "instrumento de conexión espiritual". Se supone que tiene unos 20.000 años de existencia, de acuerdo con la datación de algunas pinturas rupestres en las que aparece el instrumento, aunque los propios aborígenes le dan una antigüedad de hasta 40.000 años.
El didgeridoo se ha vuelto medianamente conocido en la música popular, desde que la banda inglesa Jamiroquai (de acid jazz) incluyera en sus primeros discos, participaciones de didgeridoo (en canciones como When You Gonna Learn? o Journey To Arnhemland), a cargo de Wallis Buchanan.
Las connotaciones arcaicas y el sonido característico del didgeridoo lo convierten en un instrumento óptimo para la musicoterapia, tanto para el que toca –que puede utilizarlo como instrumento para guiar sus meditaciones, al tener que observar constantemente el sistema respiratorio–, como para el que escucha. Podemos inducir a estados de relajación profunda, al mismo tiempo que guiamos el viaje y sus dinámicas, a través del ritmo y la respiración. Aparte de las cualidades terapéutico-psicológicas, también podemos utilizar el sonido para masajear el cuerpo de un paciente a nivel físico y energético, desbloqueando tensiones musculares, contribuyendo positivamente a la reparación de fracturas óseas y aumentando el nivel de entropía en el cuerpo.
¿No te ha pasado alguna vez que has estado corriendo o haciendo deporte y tu propia respiración te marcaba el ritmo que debías seguir? Pues bien, con el didgeridoo ocurre igual. Tu propia respiración marcará las pautas de las canciones que crees ...Si a eso le sumamos la técnica de la respiración circular ,el resultado es el siguiente: Un incremento de tu capacidad pulmonar, mayor consciencia de tu respiración. En definitiva, afinarás al máximo tu función respiratoria.
Los aborígenes se acompañan del didgeridoo en rituales, para relatar historias del Tiempo de Sueños. Los tonos terrosos del didgeridoo tienen un efecto relajante tanto para el que lo ejecuta como para los que escuchan. En los últimos años se han hecho muchas experiencias positivas utilizando el didgeridoo con niños sordomudos (el sonido se percibe con el cuerpo), con niños autistas, en el caso de problemas de dicción (p.ej. con niños tartamudos) y cuando existen problemas respiratorios (se hace respiración circular). Aprender a tocar el didgeridoo es fácil. No es necesario tener conocimientos musicales previos, se aprende en forma intuitiva. El verdadero maestro de didgeridoo es el didgeridoo mismo.